Las tazas o recipientes que estén despostillados, pueden volver a usarse como pequeñas macetas. Solo necesitarías llenarlas con un poco de tierra, agregarles un par de semillas de flores o plantas, y ubicarlas junto a una ventana o en el lugar de tu preferencia.
Muchos de los artículos que algún día utilizamos y hoy creemos que están dañados o son inútiles, pueden volver a la vida con un poco de imaginación. ¿Algunas ideas? Convierte, por ejemplo, las camisas rasgadas o gastadas en trapos para limpiar.
Las tazas o recipientes que estén despostillados, pueden volver a usarse como pequeñas macetas. Solo necesitarías llenarlas con un poco de tierra, agregarles un par de semillas de flores o plantas, y ubicarlas junto a una ventana o en el lugar de tu preferencia.
¿Has pensado qué hacer con las velas viejas? En lugar de tirarlas a la basura las puedes utilizar para insertar en ellas algunos objetos de costura, como agujas y alfileres. Recuerda ubicarlas en un lugar seguro y lejos del alcance de los chicos.
Y ¿qué hay de esa cesta grande que pensabas desechar? Cambia de parecer y conviértela en un centro de reciclaje. Asegúrate que la base esté en buen estado y guarda dentro de ella los botes de basura previamente identificados. ¡Todo lucirá mucho más limpio y en orden! Esta idea es de DIY and Craft.
Si las canastas son más pequeñas y de materiales como metal, puedes convertirlas en adornos de iluminación. Realiza las adaptaciones necesarias para poder fijar la cesta invertida en el techo, y que en el medio esté el foco de luz. Puedes pintarla o mantener su color original ¡Cuestión de gustos!
¿Tienes un par de portarretratos sin vidrio y no sabes qué hacer con ellos? Conviértelos en lugares para guardar aretes. Para hacerlo consigue alambre y crúzalo de un lado al otro del marco. Fíjalo y repite la operación tantas veces como necesites. Luego cuélgalos.
Esa mesa de cocina que ya no te gusta o que está en mal estado puede tener un nuevo uso: crea a partir de ella dos mesas de pared. Deberás cortar las secciones donde están las patas. El ancho lo determinas tú. Ten en cuenta que puedes pintarla o lijarla antes de fijarla a la pared.
¿Qué otras cosas puedes reutilizar? Los pendientes, broches o collares rotos podrían lucir muy bien como imanes para el refrigerador. Para hacerlo solo necesitarías pegar un imán en la parte posterior con un poco de pegamento.
Las viejas escaleras plegables de madera también pueden tener un uso nuevo. Desármalas separando sus dos secciones y fíjalas a la pared para que se conviertan en estanterías para libros, juguetes o para poner cualquier artículo decorativo.
Una maleta que no usas, en especial si tiene la base de un material firme y luce un poco antigua, puede verse perfecta como mesa o como accesorio a los pies de la cama. Dentro de ella podrás guardar diferentes artículos. Solo debes colocarle las cuatro patas.
Una silla vieja puede lucir como un lindo y divertido columpio, tanto para grandes o chicos. Basta con quitarle las patas y abrirle agujeros en los cuatro extremos. Después pasa a través de ellos cuerda o lazo para poder colgar la silla. ¡Ojo! Asegúrate que la madera esté en buen estado.
Si tienes un rastrillo viejo para césped, puedes convertirlo en un soporte para colgar utensilios de cocina. Sepáralo del mango o parte superior y limpia el óxido de la parte metálica. Para hacerlo puedes lijarlo y pintarlo. Luego fíjalo en la pared y utilízalo para colgar cucharones y cucharas, entre otros.
Reutiliza los frascos de vidrio y transfórmalos en recipientes para almacenar dulces, juguetes pequeños o botones. ¿Cómo hacerlo? Necesitarás una perilla o agarradera. Pégala a la tapa del frasco y cuando esté seca, pinta la pieza completa. La recomendación es de One Good Thing.
¿Qué hacer con la cuna de madera que un día usaron tus hijos? Puedes convertirla en una pequeña casa de juegos o de muñecas. Basta con quitarle la baranda corrediza de seguridad y darle la vuelta.
También puedes convertir esa cuna de madera un escritorio o mesa de trabajo para los más pequeños. Remueve la baranda corrediza e instala un pizarrón sobre la base donde descansaba el colchón. Agrega recipientes con tizas y crayones. La idea es de A Little Learning for Two
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