Resulta bastante obvio que la actitud con la que
comenzamos el día por la mañana marcará el desarrollo de los acontecimientos
durante el resto del día, no tanto por lo que ocurra, sino por la percepción
que tengamos de lo que sucede y nuestro estado de ánimo. Os proponemos adoptar siete hábitos que harán que vuestro día sea
más agradable y productivo desde el momento mismo en que
suena el despertador.
1. Acuéstate
pronto la noche anterior. Es tentador quedarse despierto hasta tarde cuando
todos duermen y la casa está en silencio. Pero trasnochar pasa factura al día
siguiente. Habituarse a dormir las horas que el cuerpo necesita es la mejor
manera de empezar bien el día. En este artículo te contamos todas lo
necesario que es dormir bien para nuestra salud.
2. Madruga. Levántate temprano y sin prisa. Pon el
despertador quince minutos antes de la hora normal. Puede que cuando suene por
la mañana sientas deseos de estamparlo, pero te animamos a que tu voluntad sea
más fuerte que la pereza y sigas adelante con las demás propuestas. Si te
acostaste pronto, te costará menos levantarte.
3. Sé
agradecido. Dedica
el primer pensamiento del día a agradecer que estás vivo. Da gracias por tener
la oportunidad de aprender algo nuevo con cada conflicto que se te presenta, y
agradece el nuevo día que se te brinda como el mejor regalo.
4. Medita. Siéntate en un lugar elegido para ello,
limpio en el que no vayas a ser molestado o distraído. Medita durante 20 o 30
minutos, o sólo 10 si no tienes más tiempo. Puedes poner una alarma para no
tener que estar pendiente de la hora. Si no o has hecho nunca: siéntate en una
postura cómoda con la espalda recta. Relaja el abdomen y respira libremente.
Pon tu atención mental en la respiración, concretamente en la sensación que se
produce en tus fosas nasales cuando el aire entra y sale. Cada vez que tu mente
se distraiga con otra cosa, sólo vuelve a la respiración. Una y otra vez.
Amablemente y sin reproches. Aquí tienes una meditación
guiadacon la que puedes empezar a practicar.
5. Saluda al Sol. Es perfecto para hacerlo por la mañana y
desentumecer el cuerpo. Tiene multitud de beneficios para el cuerpo y la mente
y no te llevará más de unos minutos. Puedes hacer tantos ciclos como quieras o
te permita el reloj. Empieza más lento y a medida que tu cuerpo vaya
calentándose incrementa la intensidad. Esta clase es
perfecta para aprender a practicarlo
6. Toma un desayuno completo. Dedica el tiempo necesario a alimentar
tu cuerpo. Dicen que el desayuno es la comida más importante del día, y si has
conseguido levantarte temprano, meditar y después hacer un poco de yoga, a
estas horas debes estar hambriento. Si tomas fruta, que sea lo primero.
Mientras preparas lo demás, dará tiempo a que se digiera. Después lo que tomes
habitualmente, cereales, muesli, tostadas, café, te o infusión.
7. Regala amabilidad. Dedica una sonrisa, un abrazo, un
momento de ternura a los miembros de tu familia. Si vives solo, hazlo con la
persona que te apetezca, el portero, un compañero de trabajo, amigo o vecino.
Recuerda que la vida es como un boomerang, aquello que damos nos será devuelto.
El famoso “empezar el día con buen pie” es
responsabilidad nuestra, y no un regalo venido del cielo.
Si te gusta hacer yoga por al levantarte por la
mañana, os recomendamos esta clase de ‘Yoga suave para empezar
bien el día’ guiada por Xuan-Lan Trinh.
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