Ya sea cuando aparece en la mermelada o en el pan, en general se tiende a quitar la parte de moho gris-verdoso y listo. Sin embargo, lo que queda del alimento en el que se formó el moho ya no suele ser muy disfrutable. Y es que el moho produce sustancias venenosas que no se ven a simple vista.
Una mermelada con más fruta que azúcar en la que aparece moho es difícil de salvar. En esos casos conviene tirarla, porque lo más probable es que las esporas del moho se hayan extendido. Si la relación entre la fruta y el azúcar es de 50-50, se puede sacar la parte afectada y comer el resto del producto.
Lo mismo vale para el pan. Si el moho se concentra en una zona, se lo puede cortar y comer el resto. Sin embargo, si se trata de un pan cortado en rebanadas, conviene tirarlo.
¿Cuán peligroso es realmente el moho? A la larga, las sustancias tóxicas, como la micotoxina, pueden afectar el hígado y los riñones e incluso causar cáncer. Si se ingiere en gran cantidad, se puede sufrir una intoxicación severa. Pero para llegar a ese punto, se tienen que haber ignorado varias señales de alarma del cuerpo, como el gusto feo que hace que uno quiera escupir el bocado.
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